Después de dos semanas en Vietnam, ya instalada y recuperada del jet lag, creo que puedo empezar a hacer balance y procesar la infinidad de información con la que mis neuronas han tenido que lidiar durante los últimos 15 días.
Si tuviera que definir en una sola palabra mi primera impresión sobre Vietnam, ésta sin duda sería SURREALISMO. Me siento, literalmente, en otro planeta.
Lo del tráfico caótico con millones de motos compitiendo para ver quien pasa antes por el milimétrico hueco que encuentran entre coches, taxis y “tuc tucs”… los miles de pitidos y familias enteras subidas en una moto (entiéndase padre, madre, niño de tres años de pie en el asiento y bebé de 2 meses al cuello...) es algo de lo que estaba informada y más o menos concienciada; ahora… para muchas de las rarezas que me he ido encontrando por aquí, NO… para eso, sin duda, no lo estaba.
Llegué a Ho Chi Minh tras casi 30 horas de viaje entre Barcelona, Roma y Abu Dhabi y una vez en Vietnam, todavía me quedaba coger un último vuelo doméstico destino Ha Noi.
*Curiosas vistas al llegar a Abu Dhabi.
Después de más de una hora de retraso, al fin embarcábamos en el avión de Viet Jet Air. Tengo que reconocer que me sentía un poco escéptica respecto a esta compañía aérea con la que puedes volar por precios que hacen que cualquier vuelo de Ryanair te parezca carísimo, pero nada más lejos de la realidad. Además, tuve la suerte de que me sentaran en una de las salidas de emergencia, cosa que mis piernas agradecieron infinitamente. (Lo de asignar el asiento de al lado a una chica algo extraña, no lo hicieron tan bien…)
Y aquí viene uno de los momentos surrealistas… Yo siempre digo que soy de las que no saben dormir sentada, en posición vertical, pero con lo cansada que estaba creo que me hubiese dormido hasta encima de un cactus… así que diría que me dormí incluso antes de que el avión despegara. Hasta ahí todo bien. La sorpresa me la llevé al despertarme, noqueada por la luz del flash proveniente del iPhone 6 que parece ser que toooda vietnamita que se precie tiene en su haber. Pensé que la chica se estaba haciendo selfies en el avión, lo cual me parece un poco friki, pero oye, eso lo hace Kim Kardashian día si día también y tiene 45 millones de seguidores en Instagram… así que la obvié y seguí durmiendo un rato más. Al despertarme, la chica vietnamita me ofreció unos snacks que todavía hoy sería incapaz de identificar -una especie de frutos secos recubiertos con azúcar y algo muuy picante- y después me pidió hacernos una foto juntas. Que gran ideaa!! Yo y mis ojeras, compañeras de viaje y en esos momentos convertidas ya en bolsas mas bien negras, íbamos a ser retratadas por ¿primera vez? en Asia. Pues bien… no era la primera vez, no!! Resulta que después de hacernos la foto, la chica vietnamita decidió que el vuelo se haría mucho mas ameno si me enseñaba las 8859836902 fotos y videos que almacenaban los 128Gb de su teléfono y entre ellas… si!! Las 25 que se había hecho conmigo mientras yo DORMÍA!! Me gustaría que alguien hubiese grabado mi cara en ese momento… Como es posible que alguien se entretenga en un avión haciéndose fotos con alguien que no conoce, mientras esa persona duerme?? Todavía no salgo de mi asombro! Y no se si el asombro es mayor por el hecho de que alguien se haga fotos contigo mientras duermes o por el hecho de que te las enseñe con total normalidad y cero pudor, como si fuera lo mas normal del mundo…
Bueno, pues entre fotos y más fotos pasé el vuelo de 2 horas hasta Hanoi y al fiiin, a la 1 de la madrugada del lunes 24 de agosto llegaba a Hanoi, ciudad que será mi casa por 9 semanas, hasta que en Noviembre me reúna con el resto de las chicas en Ho Chi Minh.
Mis amigas y compañeras de piso (Kertu, Janet y Marie) llegaron a Hanoi dos días antes que yo y un día después, ya habían encontrado el apartamento según ellas “perfecto”. Perfecto porqué es muy acogedor y está en una zona de la ciudad muy bonita y nueva, llamada Times City (pero a mi esta "perfección" me hace recorrer 25kms diarios hasta Tay Ho, un barrio precioso (y mas auténtico) al norte de la ciudad, donde está situada la empresa en la que hago mi internship.
Pues eso, 25kms y lo que resulta en tiempo y en dinero… aunque tengo que reconocer que se agradece, y mucho, llegar a “casa” y tenerlas aquí. Salir a cenar, tomar algo juntas y poder compartir lo que va sucediendo en nuestro día a día.
*Roommates
*Times City
*Nuestro vecindario - Times City
*Tay Ho
*Tay Ho
Sin embargo, yo el primer día tenía reservado un hotel desde hacía bastante tiempo, así que aún teniendo apartamento, decidí irme allí a pasar la noche. El hotel estaba situado justo al lado de la empresa, así que en mi primer día no existía posibilidad de perderme (los que me conocéis sabéis que para mi nula orientación, este dato era muy importante). Llegué al hotel a las 2 de la madrugada y gracias a un chico francés, casado con una mexicana y viviendo en Madrid… no tuve que coger un taxi yo sola, en un país desconocido y a esas horas. (Este chico se sentaba justo al lado de la "chica-selfie con desconocidos en el avión" y resulta que con él también se había hecho fotos mientras él dormía!) jajajaja.
Una vez sana y salva y mando del aire acondicionado en mano, traté de combatir los 60.000ºC de sensación térmica que mi cuerpo todavía era incapaz de soportar e intenté dormir, sin demasiada suerte… ya que concilié el sueño a las 7 de la mañana del mismo día en el que Diego -dueño de la empresa de moda donde voy a estar trabajando estos dos meses- me esperaba para enseñarme la empresa y ponerme un poco al día.
Soñolienta y bastante desubicada, llegué a Chula Fashion dispuesta a conocer cada rincón y cada persona que la forman, empaparme de su filosofía y entender el concepto de empresa que Laura y Diego -dos españoles afincados en Hanoi desde hace 11 años- han creado con mucho esfuerzo y dedicación. La empresa, igual que ellos dos, es maravillosa.
*Rincón del Showroom de Chula
Sí, estoy en Asia y se produce ropa, pero no os imaginéis niños cosiendo a destajo, ni jornadas interminables de trabajo! En Chula, se colabora con una organización en la que se ofrece trabajo a chicas sordomudas, las cuales trabajan sus 8 horas diarias, en óptimas instalaciones y un buen ambiente de trabajo. Diría que son una pequeña gran familia.
En Chula se respira arte y diseño por los cuatro costados y todo está cuidado hasta el último detalle. Todo ello sin perder su esencia y evitando cualquier lujo u ostentación, lo cual la hace muy auténtica. El lujo, está en las telas y materiales que se utilizan para confeccionar los vestidos de los que nunca hay dos iguales, ya que absolutamente todo, desde el patronaje hasta los bordados están hechos a mano.
Los diseños son para gente original y atrevida, eso sí! :)
Chula en Prensa:
*Como dice Diego: "A los españoles, vivir en el extranjero nos activa"
Durante mis 9 semanas en Chula trabajaré mano a mano con Diego y Laura y el resto de chicas que forman la empresa para intentar optimizar la producción, reducir costes, aportar ideas nuevas y todo lo que esté en mi mano para ayudar a mejorar, si cabe, la empresa. Y además... se que voy a aprender mucho de ellos.
Alguien dijo: "Escoge un trabajo que te guste y no trabajarás un solo día de tu vida." Y así es como me siento yo cada mañana. Y esto, en gran medida tengo que agradecérselo a Àngel, mi compañero de viaje... que aunque no físicamente, está conmigo y me apoya SIEMPRE. Tú me has enseñado que en la vida hay que hacer lo que nos hace felices y no podría encontrar mejor ejemplo que tú y esa sonrisa constante que se te dibuja en la cara en cada concierto, en cada "golpe" a esa batería. Infinitas gracias por tanta paciencia, tanto altruismo, tanto amor... Por hacer que esto funcione, aunque tantas veces tenga que ser en la distancia.
Quería resumir mis dos primeras semanas en Vietnam en un solo post, pero creo que es bastante difícil. Volveré a escribir otra entrada en breves e iremos por partes...
Si este blog lo lee bastante gente, estaré encantada… y si no, será un bonito diario de viaje que guardaré para mi. :)
Saludos desde Asia, si alguien ha aguantado la parrafada hasta el final!!
Besos,
SARA